Esta es la historia de un grupo de hombres que comenzó en las cavernas y luego de miles de años, encontraron una señal: un águila posada en un nopal devorando una serpiente. Es también el recuento del nacimiento y la caída de la gran Tenochtitlán, símbolo hegemónico de uno de los imperios co mayor influencia en la América precolombina. Y es la crónica del surgimiento de la Nueva España con un esplendor virreinal, preámbulo de la tormenta independientista que se avecinaba en los dominios de la Corona Española. Así inicia el primer volumen de la colección Érase una vez México, una manera distinta de redescubrir el pasado mexicano y despertar la curiosidad del lector sin frivolidades ni alegorías. Esta colección nos invita a adentrarnos en los acontecimientos, sin distorsión de los mitos ni el enorme peso del resentimiento, sin odios heredados ni la patriótica obligación de enjuiciar lapidariamente a quienes ya fueron condenados. A través de estas páginas, los hechos adquieren nombre y rostro con la intención de que así, de una vez por todas, logremos entender de dónde venimos para saber hacia dónde vamos.
Sandra Molina Arce (México, D.F.) es publirrelacionista; luedo de varias andanzas en su vida profesional, en 2007 se encontró con la historia o la historia se encontró con ella. Como haya sido , recorrió la historia nacional de la A a la Z, para escribir 101 villanos en la historia de México(2008) ya que no siente simpatía alguna por los héroes; tras una larga conversación con uno de los insurgentes a quien llevó al diván, escribió Charlas de café con Ignacio Allende (2009). En el mundo editorial le ha tocado jugar en ambas caras de la moneda: además de escritorra es coordinadora editorial de la Vaca Independiente. Alejandro Rosas (MéxilĂ–