Cuando pensemos de otro modo, ?ser? tiempo todav?a? Repitamos las palabras de Bernardo Lazare, cuyo testimonio es irrecusable: ''El d?a en que el jud?o ocup? una funci?n civil, el estado cristiano se puso en peligro.'' Nuestros jud?os no creen, seguramente, en el Mes?as, pero s? en la misi?n mesi?nica de Israel, que un d?a tendr? a todas las naciones a sus pies. Nadie como el jud?o est? armado para esta conquista universal, que no se realizar? por la espada, sino por el oro, el amia de los tiempos modernos. . En muchos pueblos se est? librando ya la gran batalla financiera, que primero conduce a la crisis, luego a la guerra y, finalmente, a la revoluci?n. El jud?o la fomenta, la dirige, la subvenciona y cuando ha hecho tabla rasa del estado cristiano, la sofoca y se instala en el Capitolio vac?o, a gobernar bajo la inspiraci?n del Kahal, precursor del Anticristo. La Revoluci?n rusa es un ejemplo actual y completo. Y ?sta es la raz?n por la que en todos los pueblos, el grito contra el que se ha levantado constante y en?rgicamente la voz de los Papas: ''?muera el jud?o!'' haya querido ser sin?nimo de ''?viva la Patria!'' Porque dos naciones no pueden coexistir en la misma naci?n.