La intriga de esta historia se convierte en una tela de arana que potencia la curiosidad del lector. A la manera de las narraciones de Juan Carlos Onetti, la sordidez de la atmosfera sirve para delinear a los personajes, interesarnos en los retratos psicologicos de unos seres ambivalentes, dobles como la presencia fantasmal del poeta Leon de Greiff. Interactuar para abrir especulaciones parece ser la banderola de arranque, de ahi las pistas verosimiles y el contraste natural con las absurdas, donde queda atras el realismo magico y lo real maravilloso de padres y abuelos del autor. Completan el volumen otros cuentos que reafirman el caleidoscopio argumental y expresivo, para que desde ese reto las preguntas se multipliquen, quieran saber mas de la mujer policia y la muerte, de Bogota y Nueva York, del turista y del emigrante que conversan para confabularnos. (Jose Prats Sariol)